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Admisiones flash el playbook whatsapp

WhatsApp: una herramienta eficaz para admisiones en colegios y universidades privadas

June 10, 202521 min read

WhatsApp: una herramienta eficaz para admisiones en colegios y universidades privadas

El auge de WhatsApp como canal de admisión

En América Latina, WhatsApp se ha convertido en un canal privilegiado de comunicación entre instituciones educativas y sus aspirantes. Vivimos en una época en la que la velocidad es esencial en los procesos de admisión: padres y estudiantes esperan respuestas rápidas y detalladas a sus consultas. No es de extrañar que WhatsApp destaque en este ámbito, pues es la aplicación de mensajería líder en la región (por ejemplo, en México la utiliza alrededor del 93% de los internautas). La mayoría de las personas revisa WhatsApp constantemente a lo largo del día –según estudios, hasta 23 veces por día, en promedio– garantizando una comunicación ágil. Esta accesibilidad ha hecho que WhatsApp se vuelva una herramienta esencial en admisiones escolares, proporcionando una vía directa, familiar e inmediata para atender prospectos en tiempo real.

Efectividad de WhatsApp: respuestas inmediatas y mayores conversiones

Las métricas respaldan la efectividad de WhatsApp como canal de admisión. A diferencia del correo electrónico (que típicamente tiene apenas ~21% de apertura), los mensajes enviados por WhatsApp alcanzan tasas de apertura cercanas al 99%. Esto significa que prácticamente toda información enviada a un aspirante será vista. Más importante aún, la naturaleza conversacional de WhatsApp logra tasas de respuesta altísimas (hasta un 85%) y puede aumentar la conversión de lead a estudiante hasta en un 300% según expertos en marketing educativo. De hecho, se ha observado que WhatsApp logra por lo menos un 75% más de efectividad en el involucramiento de estudiantes potenciales que medios tradicionales como el email o SMS. En otras palabras, mensajes por WhatsApp generan muchísima más interacción y compromiso del prospecto.

La rapidez de respuesta que posibilita WhatsApp es un factor crítico. Estudios generales de ventas muestran que cerca del 78% de los clientes eligen matricularse con la primera institución que les responde. En el contexto educativo, esto se traduce a que responder primero (idealmente en minutos) da una clara ventaja sobre otros colegios o universidades. Por el contrario, las respuestas lentas pueden arruinar la oportunidad: 73% de los usuarios afirma que una respuesta tardía por WhatsApp les hace perder el interés en la institución. Incluso una demora mayor a 5 minutos puede reducir drásticamente la probabilidad de concretar la inscripción. Por ello, adoptar WhatsApp en admisiones no solo mejora la experiencia del aspirante (al brindar atención instantánea y personalizada), sino que acelera el embudo de conversión. Con una estrategia adecuada, es viable convertir un prospecto en alumno en menos de 24 horas, aprovechando la inmediatez del chat para proporcionar información, agendar citas y dar seguimiento continuo en cuestión de horas y no días.

Casos de éxito en América Latina usando WhatsApp

Varias instituciones educativas de la región ya han incorporado WhatsApp en sus procesos de admisión, con resultados sobresalientes. A continuación, se destacan algunos casos reales y sus logros:

  • Vinco (Educación corporativa, LATAM): Esta institución implementó una estrategia de WhatsApp y logró duplicar su tasa de conversión de aspirantes a inscritos del 6% al 11%. Según Rodrigo Losa (Head of Customer Experience en Vinco), WhatsApp se convirtió en el canal principal para el 90% de las comunicaciones de seguimiento con sus prospectos. Al poder contactar directamente a candidatos que no usan correo electrónico y adaptar sus horarios, mejoraron significativamente la captación y calificación de leads. Vinco también envía mensajes personalizados (cumpleaños, novedades, etc.) para generar cercanía, logrando mayor lealtad estudiantil y reduciendo costos de adquisición.

  • Santo Tomás Educación Continua (Chile): La unidad de posgrados y diplomados de la Universidad Santo Tomás incorporó WhatsApp Business integrado con su CRM para campañas de admisión. Los resultados superaron las expectativas: en sus campañas de “últimos cupos”, la tasa de interacción de los contactos alcanzó entre 24% y 29%, lo que les permitió cumplir al 100% la meta de matrículas en programas de posgrado. En palabras de Hans Bohem, encargado de marketing de STEC, los mensajes por WhatsApp funcionan “muy bien” comparados al correo; incluso el equipo de admisiones debía prepararse para la avalancha de respuestas cada vez que enviaban una difusión por WhatsApp. Este caso demuestra cómo WhatsApp facilitó la conversión rápida de indecisos, reactivando a tiempo a prospectos que estaban a punto de abandonar el proceso.

  • Universidad Anáhuac (México): Esta reconocida universidad privada implementó un chatbot de WhatsApp para agilizar sus informes de admisión. El bot proporciona información útil sobre programas académicos, procesos de inscripción, mallas curriculares, etc., de forma inmediata para los interesados. Gracias a esta automatización, la Anáhuac logró reducir la carga operativa de su personal administrativo, a la vez que optimizó su embudo: el chatbot filtra y resuelve las dudas frecuentes, y sólo los prospectos más calificados pasan a ser atendidos directamente por un asesor humano. Esta estrategia mejora la experiencia del usuario y permite que el equipo de admisiones enfoque su tiempo en candidatos realmente interesados, elevando así la tasa de conversión. (Nota: muchas otras universidades mexicanas están adoptando tácticas similares; por ejemplo, el Tec de Monterrey desarrolló su propio chatbot con IA, y numerosas instituciones ofrecen contacto oficial vía WhatsApp como la Universidad EAN o la Universidad de Medellín en Colombia.)

  • Colegio privado (caso hipotético): En el ámbito K-12 también hay éxitos notables. Imaginemos un colegio que recibe 100 leads durante una feria educativa virtual. Utilizando WhatsApp, logran contactar y dar seguimiento personalizado al 90% de esos prospectos en el mismo día. En menos de 24 horas, el colegio agenda citas virtuales o visitas con 50 familias interesadas, de las cuales 40 asisten y 30 terminan por inscribirse en la semana siguiente. Esto representa un 30% de conversión de prospecto a alumno, una cifra muy por encima del promedio de la industria (que suele considerar “alta” una conversión del ~6-10%). Si bien este es un caso ilustrativo, muchos colegios están reportando incrementos de inscripción gracias a la atención diligente vía WhatsApp, combinando respuestas rápidas, recordatorios y un trato más cercano que el que permite el correo o la llamada tradicional.

Estos ejemplos evidencian que, con la estrategia correcta, WhatsApp puede transformar el proceso de admisión. Las instituciones logran más prospectos atendidos en menos tiempo, mayor participación de los interesados y, en última instancia, más inscripciones en sus aulas.

Buenas prácticas, flujos y recomendaciones de expertos

Implementar un “playbook” de admisiones vía WhatsApp requiere combinar la tecnología con técnicas de ventas educativas. A continuación, se presentan mejores prácticas y consejos (respaldados por expertos) para convertir prospectos en alumnos en tiempo récord, manteniendo una experiencia de calidad:

  • Respuesta inmediata y primera interacción eficiente: Configura mensajes de bienvenida automáticos o notificaciones para que ningún lead quede sin respuesta por mucho tiempo. Idealmente, el primer contacto debe ocurrir en los primeros 5 minutos tras la consulta inicial – recordemos que ser el primero en responder aumenta dramáticamente la probabilidad de inscripción. Un saludo cordial, que se presente y ofrezca ayuda (“Hola, soy Ana del Departamento de Admisiones. Gracias por escribirnos, ¿en qué programa estás interesado?”) puede abrir la conversación de forma profesional y cercana. No dejes a los prospectos en visto: la rapidez y proactividad en este momento inicial sientan las bases de una buena impresión. (Herramienta: Si usas WhatsApp Business API, puedes aprovechar las Plantillas de Mensaje para enviar confirmaciones o información inicial automáticamente apenas alguien llena un formulario de informes).

  • Comunicación personalizada y humana: Aunque apoyemos el proceso con automatizaciones, es crucial mantener un toque humano en las conversaciones. Un chatbot puede resolver preguntas frecuentes y recopilar datos, pero siempre debe haber opción de escalar a un asesor humano cuando el prospecto requiera atención más específica. Como recomienda Rodrigo Losa de Vinco: “Nunca pierdas la parte humana por más que sea un bot”. Dirígete al aspirante por su nombre, demuestra empatía con sus necesidades (ej. si menciona que busca turno vespertino por trabajo, responde acorde a esa situación) y muestra entusiasmo porque considere tu institución. Esta calidez genera confianza y aumenta el engagement del prospecto. Por ejemplo, Vinco envía mensajes de feliz cumpleaños o felicita por logros previos, lo cual refuerza la conexión personal. En un colegio, esto podría traducirse en preguntar cómo le fue al hijo en el examen de admisión o cómo se siente con la decisión, etc. Pequeños gestos humanizan la experiencia.

  • Uso de scripts y guiones conversacionales efectivos: Preparar un guion base para tus asesores de admisiones puede asegurar que transmitan consistentemente los valores y ventajas de tu institución. Un buen script incluye: saludo inicial, preguntas clave para entender al prospecto (por ejemplo: "¿Qué grado o programa te interesa?", "¿Qué es lo más importante que buscas en el colegio/universidad?"), respuestas preparadas para las FAQ (costos, becas, horarios, requisitos) y un cierre con llamada a la acción (invitar a una visita, enviar enlace de inscripción, etc.). Este guion debe ser natural y flexible, evitando sonar robótico. La idea es estandarizar la calidad de la información sin sacrificar la personalización. Capacita a tu equipo para adaptar el tono según el perfil (no es igual chatear con un padre de familia que con un joven aspirante a posgrado) y para escuchar activamente: leer entre líneas las inquietudes y responder con precisión y calidez. Un flujo conversacional bien definido podría ser: saludo → indagación de intereses → envío de información relevante (folleto, video) → pregunta de seguimiento para calificar interés → propuesta de siguiente paso (cita o inscripción).

  • Calificación automática de leads y segmentación: Implementar un sencillo filtro inicial mediante chatbot o preguntas predefinidas ayuda a priorizar el esfuerzo del equipo de admisiones. Por ejemplo, se puede preguntar “¿Buscas licenciatura o maestría?” o “¿Cuentas con título previo?” para dirigir al prospecto al asesor adecuado (pregrado vs. posgrado). Incluso se pueden hacer preguntas de interés (“¿Te interesa recibir becas?”) para identificar qué tan caliente está el lead. De esta forma, automatizas la calificación y concentras la atención en prospectos con mayor probabilidad de inscribirse. Herramientas de respuesta rápida o bots pueden registrar las respuestas en tu CRM. Muchos colegios utilizan esta técnica para no perder el tiempo en perfiles que no encajan (por ejemplo, alguien que busca una modalidad que no ofreces). La calificación automatizada acelera el funnel porque desde el primer chat enfocas el mensaje según el perfil del aspirante.

  • Contenido rico y relevante para nutrir el interés: WhatsApp no se limita al texto; aprovecha enviar material informativo atractivo: brochures en PDF, videos cortos del campus o testimoniales de alumnos, infografías con tu modelo educativo, etc. Por ejemplo, adjuntar un folleto digital con la oferta académica al chat facilita que la familia tenga todos los detalles al instante. También puedes compartir enlaces a recorridos virtuales o a la ficha de inscripción en línea. Lo importante es no abrumar: dosificar la información según las preguntas del prospecto. Una buena práctica es el “seguimiento consultivo”: tras enviar info, preguntar “¿Qué te pareció el programa? ¿Tienes alguna duda sobre el proceso?”. Mantener comunicación constante (sin ser invasiva) demuestra interés. Un estudio señala que WhatsApp permite resolver dudas de inmediato y enviar materiales clave al instante, lo que agiliza la decisión de matrícula. En colegios, por ejemplo, se puede enviar la lista de documentos necesarios o un formulario de solicitud vía WhatsApp para que los padres lo llenen ahí mismo, simplificando trámites.

  • Promover acciones claves en el embudo (citas y eventos): Una vez identificado un prospecto interesado, no esperes para invitarlo al siguiente paso. Por WhatsApp es muy sencillo proponer y agendar una cita de información o visita guiada. Puedes integrar un link de calendario o simplemente coordinar en el chat: "Tengo espacio mañana a las 5pm para mostrarte el campus por videollamada, ¿te viene bien?". La conversión de lead a cita puede aumentar gracias a la inmediatez y facilidad: este canal elimina la fricción de los correos de confirmación o las llamadas perdidas. Además, WhatsApp brinda inmediatez y familiaridad que facilitan que el aspirante se anime a decir “sí” a una charla o tour virtual. En universidades, también es útil para inscribir a interesados en webinars, sesiones informativas o exámenes de admisión en línea con solo enviar un enlace de registro. Cada acción a la que logremos llevar al prospecto (visitar el colegio, asistir a un webinar, etc.) es un paso más cerca de la matrícula.

  • Recordatorios y seguimiento activo: Para maximizar la asistencia y el compromiso, utiliza WhatsApp para enviar recordatorios oportunos. Si el aspirante agendó una visita o entrevista, envía un mensaje el día anterior: "¡Te esperamos mañana a las 10am en campus! Cualquier duda estoy al pendiente." Con los jóvenes, incluso un recordatorio el mismo día, una hora antes, puede marcar la diferencia en que acudan. Estos reminders reducen las tasas de inasistencia drásticamente. Asimismo, si un prospecto quedó en “pensarlo”, un seguimiento a los pocos días vía WhatsApp (por ejemplo: "Hola, Juan. ¿Cómo te sentiste con la visita al colegio? Estoy aquí para cualquier duda que te haya surgido.") reactivará su interés. Según las mejores prácticas, mantener a los leads informados y comprometidos evita que se enfríen o se “estanquen” en el embudo. También puedes aprovechar para mandar pequeñas actualizaciones: "Quedan pocos cupos en el turno matutino, te recomendamos asegurar tu lugar pronto." – generando sentido de urgencia de manera muy directa.

  • Incentivos y promoción del cierre: En etapas finales del proceso (cuando el aspirante ya está casi decidido), WhatsApp es ideal para dar ese empujoncito final. Puedes compartir descuentos, becas parciales o promociones especiales de manera personalizada: "Por ser de pronto ingreso, este mes ofrecemos 10% de descuento en la matrícula inicial. ¿Te interesaría aprovecharlo?". Anunciar ofertas exclusivas por este canal puede acelerar la toma de decisión de la familia. Además, mediante WhatsApp puedes guiar al prospecto en el proceso de inscripción en línea paso a paso: estar “a la par” mientras llena la solicitud, resolverle inmediatamente cualquier problema técnico o duda del contrato, etc. Esa venta asistida ágil mejora tanto la conversión como la satisfacción del nuevo alumno. Muchas instituciones reportan que, gracias a este acompañamiento cercano por chat, los aspirantes se animan más rápido a completar su inscripción y pago, sintiendo que tienen un asesor disponible al instante para cualquier inquietud.

  • Integración con CRM y seguimiento de métricas: Es fundamental conectar WhatsApp con un sistema CRM u hoja de registro para monitorear el progreso de cada prospecto. WhatsApp Business API permite integrar los chats con plataformas como HubSpot, Salesforce, Leadsales, etc., de forma que cada interacción quede registrada. Esto habilita mensajería automatizada en momentos clave (ej: mensajes masivos a leads fríos, secuencias de seguimiento) y la recolección de datos para analizar el rendimiento. Algunas instituciones han visto que los chatbots en WhatsApp pueden aumentar más de un 500% la generación de leads y reducir el costo por lead en comparación con otros canales. La automatización, cuando se combina con la gestión humana, permite escalar la atención 24/7 sin sacrificar calidad. Además, en el CRM podrás etiquetar el estado de cada aspirante (nuevo lead, contactado, con cita, inscrito, etc.) y así tener claridad en qué etapas del funnel puedes mejorar.

Indicadores clave en cada etapa del embudo de admisión

Para optimizar un funnel de admisiones soportado por WhatsApp, es imprescindible definir y medir KPI’s (indicadores clave) en cada etapa. Estos son los principales indicadores a considerar y cómo monitorearlos:

  • Cantidad de leads generados: Es el volumen de prospectos entrantes (contactos que solicitan información). Mide de dónde vienen (formulario web, campaña Facebook con botón de WhatsApp, referencia, etc.) y asegúrate de responder a todos. Un alto número de leads solo es valioso si se gestionan rápidamente; por ello, conviene relacionar este indicador con el tiempo de respuesta inicial. (Meta: 100% de leads respondidos en menos de 5 minutos). Herramientas de respuesta automática ayudan a lograrlo.

  • Tasa de contacto o respuesta del lead: Indica qué proporción de los leads logras efectivamente contactar vía WhatsApp. Idealmente debe ser muy alta gracias a la naturaleza del canal. Por ejemplo, si de 100 leads, 90 entablan conversación, la tasa de contacto es 90%. Cualquier lead no contactado es una oportunidad perdida – investiga por qué no respondieron (¿horario? ¿mensaje poco claro?) y ajusta. Este KPI también puede medirse como tasa de respuesta de los prospectos a tus mensajes iniciales. Dado que los mensajes de WhatsApp suelen ser leídos en minutos, es realista esperar tasas de respuesta superiores al 80%, especialmente si tu primer mensaje añade valor (no simplemente “hola”). Si ves respuestas por debajo de ese nivel, revisa la efectividad de tu guion inicial.

  • Tiempo de respuesta promedio: Es el lapso medio que tarda tu equipo en contestar a un lead tras su primera consulta. Es un indicador crítico; mientras más corto, mejor. Como vimos, responder dentro de los primeros 5 minutos multiplica las posibilidades de conversión, mientras que demoras prolongadas (horas o días) disminuyen drásticamente el interés del aspirante. Monitorea este tiempo en tu equipo de admisión: podría ser desde segundos (si hay bots) hasta minutos. Plantéate objetivos, por ejemplo: responder al 90% de nuevos leads en <15 minutos. Un buen Service Level Agreement (SLA) interno garantizará velocidad y consistencia en la atención.

  • Porcentaje de leads calificados: De los leads contactados, ¿cuántos cumplen el perfil objetivo y pasan a la siguiente fase? Aquí entra la calificación (manual o automática). Por ejemplo, si 80 de 100 leads contactados realmente están buscando lo que ofreces (ej. interesados en el grado escolar correcto, con capacidad de pago, etc.), tu tasa de leads calificados es 80%. Un número alto indica que tus campañas están atrayendo al público correcto y/o que tu proceso de filtro es eficiente. Si es bajo, tal vez estés captando tráfico no relevante y necesitas ajustar tu segmentación en marketing. También se puede medir la tasa de abandono temprana, es decir, leads que tras el primer contacto ya no responden más; mantenerla baja es deseable (que el prospecto siga conversando).

  • Citas programadas / Invitaciones aceptadas: Es el conteo de prospectos que logran agendar una cita de seguimiento (sea visita presencial, llamada o sesión virtual) tras la etapa informativa inicial. Conviene medir la tasa de conversión a cita: por ejemplo, de 80 leads calificados, 50 agendaron una reunión → tasa del 62.5%. Esta métrica refleja qué tan bien el equipo está moviendo al prospecto a la acción. Un porcentaje bajo podría indicar falta de insistencia en la invitación o que los prospectos aún tienen dudas no resueltas para dar ese paso. Implementar recordatorios o facilitar opciones de horario vía WhatsApp puede mejorar este punto. Recuerda que WhatsApp permite enviar enlaces directos para agendar en Calendly u otras apps, haciéndolo muy conveniente.

  • Tasa de asistencia a citas/eventos: De las citas pactadas, ¿qué proporción realmente ocurre con la presencia del aspirante? Si de 50 citas agendadas, 40 familias asisten el día y hora acordados, la tasa de asistencia es 80%. Este indicador es fundamental, pues de nada sirve agendar visitas si la gente no asiste. WhatsApp ayuda enormemente a optimizar este KPI mediante recordatorios personalizados y en tiempo real. Si la tasa de asistencia es baja (<50%), debes reforzar tu estrategia de confirmación: confirma la cita por WhatsApp el mismo día, ofrece reprogramar fácilmente en caso de inconveniente, o incluso envía un breve mensaje motivador antes de la reunión (“¡Estamos listos para recibirte mañana, te va a encantar conocer nuestro colegio!”). El objetivo debería ser minimizar no-shows; una tasa alta (>80%) indica un buen manejo de este seguimiento.

  • Número de inscripciones logradas: Es el resultado final del embudo: cuántos prospectos completaron su proceso de admisión e inscripción. Puedes llevar el conteo absoluto por periodo (por ejemplo, 30 inscripciones de X leads generados en la campaña de primavera) y también calcular la tasa de conversión global (inscripciones/leads *100). Este porcentaje global te dice la efectividad total de tu funnel. En educación, una conversión global por encima del 5% ya se considera buena, y superiores al 10% son excelentes. Instituciones que aprovechan WhatsApp y estrategias digitales han logrado elevar sus conversiones globales por encima de esos valores (Vinco llegó a ~11% como vimos). Monitorear este KPI mes a mes te permite ver tendencias y el impacto de mejoras en el proceso. Por ejemplo, si antes convertías 3% y ahora 6%, sabes que las iniciativas (quizá WhatsApp) están funcionando. Además, es útil desglosar este indicador por canal de origen del lead (¿los leads que entran por WhatsApp directo convierten más que los que entran por formulario web o por llamada?). Así podrás asignar recursos al canal más efectivo.

  • Tasa de abandono en cada etapa: Complementando los anteriores, es valioso medir en qué punto del embudo se pierden prospectos. Ejemplos: porcentaje de leads que nunca respondieron (abandono en contacto), porcentaje que tras recibir info no agenda cita (abandono en interés), porcentaje que tras cita no se inscribe (abandono en decisión). Identificar dónde se produce la mayor fuga ayuda a enfocar soluciones. Si muchos no pasan de la fase de información a cita, quizás debas ajustar tu propuesta de valor o timing al invitar. Si se caen después de la visita, tal vez necesites un mejor seguimiento post-visita (más mensajes resolviendo objeciones, ofertas, etc.). Recuerda que con WhatsApp puedes incluso recuperar a prospectos “abandonados”: por ejemplo, un mensaje de seguimiento a quienes no se inscribieron podría reactivar hasta un 60% de esas oportunidades perdidas (similar a recuperar carritos abandonados en e-commerce). Por ello, monitorear el abandono y hacer campañas de retargeting vía WhatsApp a esos grupos es una táctica muy efectiva.

  • Otros indicadores de engagement: Adicionalmente, WhatsApp permite medir métricas como la tasa de interacción en campañas (porcentaje de usuarios que responden o hacen clic en un enlace enviado). En el caso de Santo Tomás, mencionamos una interacción del 24–29% en sus mensajes masivos. También puedes observar el número de mensajes promedio por prospecto (un engagement alto suele implicar varias interacciones de ida y vuelta, lo cual es buena señal de interés) y el porcentaje de prospectos que solicitan ser contactados por WhatsApp (si das la opción). Si utilizas encuestas de satisfacción post-atención, el NPS o feedback de los aspirantes tras el proceso es otro indicador valioso de la calidad de tu admisión vía WhatsApp.

En resumen, establecer un cuadro de mando del embudo de admisión con estos indicadores te permitirá identificar cuellos de botella y oportunidades de mejora continua. La clave es medir para mejorar: por ejemplo, si notas que tu tiempo de respuesta promedio subió, podrías necesitar más personal o reordenar horarios; si la conversión a inscritos bajó, podrías experimentar con nuevos guiones o incentivos en WhatsApp para cerrar matriculas.

Conclusiones

WhatsApp se ha consolidado como un aliado poderoso para los departamentos de admisiones en colegios y universidades privadas de Latinoamérica. Sus ventajas en alcance, inmediatez y personalización se traducen en mayor engagement de los prospectos y funnels más eficientes. Los datos demuestran que este canal logra tasas de apertura casi totales, respuestas mucho más rápidas que los medios tradicionales y conversiones notablemente superiores. Hemos visto casos reales donde su implementación contribuyó a duplicar porcentajes de inscripción, alcanzar metas de matrícula y mantener a los aspirantes conectados durante todo el proceso.

Para los dueños y directores que buscan un playbook práctico: las recomendaciones pasan por integrar WhatsApp en cada fase del embudo – desde la prospección hasta el cierre – aprovechando automatización con chatbots sin perder el trato humano, respondiendo con velocidad, nutriendo el interés con contenido relevante y midiendo cada paso para iterar. Un proceso de admisión bien afinado con WhatsApp puede convertir prospectos en alumnos en cuestión de horas, brindando la experiencia fluida y ágil que las nuevas generaciones demandan. Aquellas instituciones que adopten estas prácticas estarán un paso adelante de la competencia, asegurando no solo más inscripciones en menos tiempo, sino también familias más satisfechas y confiadas desde el primer contacto. ¡Es hora de saludar a los futuros estudiantes con un mensaje de WhatsApp y darles la bienvenida a una experiencia educativa innovadora!

Fuentes: Hemos recopilado datos de estudios de mensajería y casos de uso en Latinoamérica para sustentar estas recomendaciones. Por ejemplo, Treble.ai (plataforma de WhatsApp marketing) reporta aumentos significativos en conversión y engagement; el blog de Chatfuel resume estadísticas globales de WhatsApp (99% apertura, preferencias de los usuarios); y consultoras en admisiones destacan la importancia del tiempo de respuesta. Asimismo, iniciativas locales como Más Alumnos y SmartUp Marketing han enfatizado el rol de WhatsApp en admisiones escolares. Cada cifra y consejo presentado tiene respaldo en la experiencia reciente de instituciones educativas, demostrando el impacto real de esta herramienta en el contexto hispanohablante. En conclusión, WhatsApp no solo es una aplicación popular de mensajería, sino una plataforma estratégica de conversión educativa, cuyo uso inteligente puede marcar la diferencia entre un prospecto perdido y un nuevo alumno inscrito en menos de un día.

Fuentes para el articulo:

https://www.voronoiapp.com/Technology/WhatsApp-Fails-To-Capture-a-Hold-in-the-US-539

https://thunderbit.com/blog/whatsapp-statistics

https://m.aisensy.com/blog/whatsapp-statistics-for-businesses/

https://www.vendasta.com/blog/lead-response-time/

https://doubletick.io/blog/whatsapp-user

https://treble.ai/en/

https://treble.ai/blog/santo-tomas-educacion-continua-whatsapp/

https://treble.ai/blog/whatsapp-en-educacion/

https://m.aisensy.com/blog/click-to-whatsapp-ads-for-schools-edtech/

https://sleekflow.io/blog/email-marketing-alternatives

Ingeniero Industrial especializado en la mejora y automatización de los procesos de admisión de los colegios y universidades.

Ricardo López Reyero

Ingeniero Industrial especializado en la mejora y automatización de los procesos de admisión de los colegios y universidades.

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